Un plato ideal para Cuaresma y para los que no nos gusta mucho el potaje por las espinacas.
Ingredientes: - Garbanzos.
- Un hueso de jamón.
- 250 gr. de migas de bacalao salado.
- 6 u 8 langostinos crudos.
- Pimentón dulce.
- Media cebolla.
- 2 dientes de ajo.
- Aceite y sal.
La noche anterior dejamos ablandando los garbanzos en agua caliente (si el agua de nuestra zona es un agua dura añadimos un poco de bicarbonato al agua y así quedarán más blandos). El bacalao lo desalamos durante 24 horas cambiando el agua repetidas veces.
En una olla echamos agua, el hueso de jamón y sal y cocemos los garbanzos hasta que estén hechos (el tiempo de cocción dependerá de si tenemos olla rápida u olla normal).
Picamos la cebolla y el ajo y los sofreímos, añadimos las migas del bacalao bien escurridas, los langostinos pelados y un poco de pimentón. Cuando esté bien hecho se lo añadimos por encima a los garbanzos que previamente habremos colocado en una cazuela con un poco del caldo donde los hemos cocido.
¡¡¡Buen provecho!!!
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